jueves, 25 de abril de 2013

De Dioses y Hombres

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En el mundo del cine, de vez en cuando (solo de vez en cuando por desgracia) podemos encontrarnos directores que por su forma de ver el séptimo arte o de acercarse a las historias que cuentan se hacen famosos y de la noche a la mañana y se convierten en ídolos artísticos secundados por hordas de fans incondicionales.

Los ejemplos más claros a día de hoy son Christopher Nolan, Quentin Tarantino o Zach Snyder  entre otros. Directores con carreras brillantes y con películas espectaculares (unas más que otras). Pero como proclama el ying yang, todo bien tiene su mal, y este mal es el temido “hype” que está tan de moda en estos tiempos. El “hype” no es más que las expectativas que se generan ante el inminente trabajo de un director famoso.

Evidentemente, los ejemplos puestos no están elegidos al azar ya que, en mi opinión, los nuevos trabajos de los realizadores arriba mencionados han sido victimas del hype o, en el caso de Zach Snyder, tienen muchas probabilidades de sufrirlo (ojala me equivoqué).

Eso no quiere decir que todas las películas a las que nos referimos o que sufren esta tendencia sean necesariamente malas (ojo, algunas si). Simplemente que las expectativas ante ese acontecimiento es tal que luego cuando llega te das cuenta que no es para tanto.  Es como cuando llevas tanto tiempo esperando ver una película que todo el mundo decía que era tan buena y a la hora de la verdad no es para tanto. Pues eso

En mi opinión, siempre he pensado que tanto en el mundo del cine, como de la música, como en el arte, todo gran artista tiene una película o disco nefasto. Es una regla no escrita, pero es una regla que se cumple a rajatabla. Ya sea por intentar cambiar de género o un estupefaciente en mal estado, es difícil (o casi imposible, diría yo) encontrar a alguien que en su vida de artista no haya tenido un fracaso estrepitoso o una obra incomprendida.

En un momento así, es fácil como fan despreciar al autor de dicha catástrofe artística, cagarse en sus muertos y predicar que estará muerto para nosotros de por vida. Yo salí muy pero que muy decepcionado de estrenos como ‘El caballero oscuro: La leyenda renace’, ‘Django Desencadenado’ o ‘Thor’. En mi caso, el que más palos se ha llevado he sido yo porque para el gran grueso del público son películas muy pero que muy aceptables. Esta ha sido la razón por la que me he lanzado a escribir esta entrada.

No os engañéis, yo soy el mayor mitómano del mundo. Idolatro a mucha gente como Woody Allen, Robert De Niro Metallica, Ryan Gosling, Jeff Bridges, Foo Fighters y un largo etcétera. Sin embargo, no tengo problema en criticar ‘Vicky Cristina Barcelona’,  ‘St. Anger’, ‘Gangster Squad’, ‘Los hombres que miraban fijamente a las cabras’ o cualquier bodrio en los que actualmente sale el señor De Niro (por suerte o por desgracia, no tengo ninguna queja de  Foo Fighters).

En resumen, para bien o para mal los artistas que nos gustan y que llenan nuestra vida de emociones no dejan de ser humanos y como humanos que son, hierran como toda personal terrenal, es lo más normal del mundo. Pero no por ello vamos a ocultar la realidad. ¿No?

PD: Now playing 

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